sábado, 9 de enero de 2016

¡Cuidado con las fajas!.


Hola Amig@s:

¿Usar o no usar?...



Año nuevo, muchos ya escribieron su lista de promesas y cambios en su vida. Una de las más comunes: “Adelgazar”.
Entra al gimnasio e inicia una dieta, actitudes que en unas semanas o meses desaparecen.
Entre la gran variedad de tratamientos “mágicos”, compra una faja para “rebajar y eliminar la flacidez”.
Los mas atrevidos compran una talla de faja 2 o 3 tallas menos a la habitual. Pensando erróneamente que el efecto "milagroso" actuará más rápido.


Las personas que se fajan sin contar con un criterio médico o con la asesoría de expertos, podrían estar ejerciendo demasiada presión sobre sus órganos vitales, al punto de producir daños en el sistema circulatorio o propiciar la formación de coágulos.
Usar fajas demasiado ajustadas provoca dificultad en la respiración y la vuelve superficial, ya que impide que el tórax y los pulmones se expandan de forma adecuada, y al no existir una correcta oxigenación en la sangre, se tiene mayor retención de dióxido de carbono, lo que provoca ansiedad y trastornos en la concentración.
 Se suman problemas como reflujo, esofagitis, gastritis y ardor en la boca del estómago, toda vez que el abdomen se encuentra comprimido, dificulta la digestión y deriva en retraso de la evacuación intestinal.


Usarlas a diario tampoco es recomendable ya que al no existir una buena “oxigenación” de la piel, la circulación venosa y linfática se dificulta, lo que provoca la retención de líquidos, toxinas y grasas en el abdomen, cadera y sobre todo, las piernas.
La faja impide que el tejido muscular y de la piel trabaje durante el día, (contracción y relajación) que se produce cuando te mueves o debes sostener una postura.
Se recomienda que sea utilizada cuando haya una prescripción médica, como puede ser el caso de la presencia de una hernia abdominal o inguinal, en un tratamiento post-operatorio o en el caso de un empleo o actividad deportiva que requieren el uso de una faja especializada.



Dormir con faja:
En nuestro tiempo para el descanso, es importante que el cuerpo esté libre de presiones para regenerar células y desprender a través de los poros, aquello que ya no necesita. Por lo que es muy recomendable dormir siempre lo más relajado posible, utilizando ropa holgada y ligera.
Utilizar faja al dormir te puede afectar en la circulación, problemas musculares y estomacales.
Es importante destacar que el usar faja, no va eliminar la flacidez, ni a obtener un vientre más plano. Para lograr ese objetivo, es necesario emplear otras técnicas que ayuden a fortalecer los músculos del vientre y quemar la grasa sobrante.

Para concluir, el uso de fajas como método para la pérdida de peso es solo un mito.
Es posible que escuches historias de personas que si les ha funcionado, pero te puedo asegurar que utilizaron otros tratamientos siendo los verdaderos protagonistas de ese resultado positivo. Hubiese funcionado igual con o sin la faja.

¡Excelente Día!
Moisés.

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